
Hace poco tiempo recibí la carta de un muchacho que no conocía. Llamémosle “Esteban”. Ahora tiene 20 años. “Mis comienzos con Satanás fueron en una discoteca. Allí me aluciné con la música y el alcohol. De pronto, una voz dentro de mí dijo: ¡Oye hombre! ¿Por qué no te consigues una chica? Si no funciona, es cosa buscar otra. Repentinamente lo único que quería era ir a la cama con una chica. Así fue como todo comenzó. Satanás ya me tenia en sus garras; y en forma lenta pero segura, apretaba más y más su presa.
“Me encantaba hacer el mal y detestaba todo lo que me rodeaba. Comencé a practicar el ocultismo, adoré a Satanás y quería ser rico y poderoso. Satanás satisfizo todos mis deseos malos. Podía inducir a otros para que hiciesen lo que yo quería, incluso hasta causarles daños, y por donde yo iba, esparcía odio.
“Mi corazón estaba frío como el mismo hielo….Estaba fuertemente involucrado con el rock pesado y solía vestir de cuero negro con broches metálicos. Y me ‘volaba’ con la música en las discotecas para olvidar todos mis problemas…”
Esteban – uno más entre miles. Como él mismo dijo, sus comienzos con Satanás fueron en una discoteca, donde se volaba con la música y el alcohol. La generación actual sueña con escaparse, ya sea por medio del alcohol, las drogas o el rock. Vivimos en la era de los excesos.
¿Estás Tú También Intentando Escapar?
¿Por qué hay tanta gente, especialmente gente joven – entre quienes quizás tú también te cuentes– que están sedientos de éxtasis? Esto nunca se vio antes en una escala tan grande, y se debe a que el mundo se ha convertido en un lugar de densas tinieblas. La vida parece vacía, aburrida y deprimente. Por eso es que te esfuerzas en buscar algo que te ayude a escapar de esta existencia sin significado.
Muchos creen haber hallado una salida; volarse, por ejemplo, con la música rock. Ella te transportará a otro mundo. Te sentirás lejos de toda tu miseria y experimentarás fuertes emociones. Encontrarás lo que andas buscando y tendrás contacto con aquel a quien admiras e idolatras, aquel que te fascina y tiene tu total devoción: tu estrella de rock favorita. En los grandes conciertos de rock, rodeado de miles de otros fans, tendrás emociones muy fuertes, cuando los efectos luminosos, las canciones y el ritmo pesado te lleven a una especie de éxtasis.
Pero… ¿Después Qué?
Cada “viaje”, ya sea producido por drogas, alcohol o música, dejará su marca en tu vida.
Cada vez habrá un cambio mayor en tu personalidad. Tu conciencia se embotará más y más, y serás llevado a hacer cosas que de otra forma tú no serías capaz de hacer. Recientemente leí un artículo acerca de dos jóvenes de 18 y 20 años, que tras haber escuchado durante horas un álbum de “heavy metal” decidieron abandonar este mundo y “ver que había después”. Destruyeron su dormitorio, saltaron por la ventana y corrieron hacia un jardín de juegos cercano, y allí cada uno se disparó un tiro. El primero se puso una escopeta bajo la barbilla y al accionarla murió instantáneamente. El segundo lo imitó, pero pudo sobrevivir –con la barbilla, la boca y la nariz completamente destrozadas. Después del disparo, tuvo que pasar 146 horas en el quirófano
¿Qué es lo que sucede en los grandes conciertos y festivales de rock?
Un gran número de fans se desmayan y tienen que ser sacados en camillas. Las ambulancias frecuentemente trabajan sin descanso y no son extraños los tumultos con muchos heridos. En la primera puesta en escena del mayor festival europeo de rock pesado 1988, llamado “Monsters of Rock” (“Los monstruos del Rock”) en Castle Donington, Inglaterra, dos jóvenes fueron pisoteados por la multitud hasta morir. Decenas de personas fueron lesionadas y varios cientos de fans requirieron atención médica, estando muchos de ellos inconscientes.
Cuando poco tiempo después este mismo festival fue presentado en schweinfurt, Alemania occidental, hubo explosiones desenfrenadas de frenesí y los jóvenes estaban descontrolados aun antes de comenzar el espectáculo. En el centro de la ciudad, así también como en el recinto del festival, hubo cientos de heridos y las ambulancias y equipos de primeros auxilios reportaron haber atendido 587 casos, principalmente de fracturas, miembros dislocados, heridas punzante y contusiones. El rock pesado es muy a menudo la causa que hace aparecer rebeliones, agresiones y desenfreno sexual.
Los vuelos tienen sus consecuencias. Nadie puede eludirlas -ni tu tampoco-. Cada viaje daña más y más tu cuerpo, tu alma y tu espíritu, hasta que al final –como escribió Esteban- llegas al fondo del pozo. Y no solo te dañas a ti mismo, sino que también a los demás, causando serios problemas a tu familia y llegando a ser casi insoportable en tu trabajo o estudio.
Ilusión y Realidad
¿Por qué volarse tiene esas consecuencias? Porque te lleva a un mundo irreal basado en mentiras. No es capaz de liberar a las personas de su estado miserable y depresivo, sino que las lleva a una profunda desesperación, a la agresión, al odio y al vicio, lo que será su ruina. Si así no fuese, la rutilante carrera de muchas estrellas del rock, que aparentemente lo tienen todo, sería el ejemplo perfecto de cómo controlar los problemas, el vacio y temor. Pero, para evaluar apropiadamente una vida y una carrera, necesitamos saber cómo termina. En el caso de las estrellas de rock, los resultados son perturbadores:
*Brian Jones, de los Rolling Stones, se ahogó en su piscina, aparentemente como resultado de una borrachera y una sobredosis de drogas.
* Jimi Hendrix, se asfixió en su propio vómito después de beber en exceso y tomar píldoras para dormir.
*Janis Joplin, la “reina del rock” murió a causa de una sobredosis de heroína.
*Elvis Presley, murió como resultado de abusar de las drogas y de comer demasiado.
*John Bonham, de Led Zeppelín, se asfixió en su propio vómito, después de beber cuarenta vasos de vodka.
*Bon Scott, de AC/DC, se asfixió en su propio vómito después de embriagarse.
*Keith Moon, de The Who, se suicidó.
Y así continúa la lista. Esto no son los únicos artistas de rock que murieron de una forma terrible.
Es una mentira que volándose se libera uno de sus problemas, de su desesperación y de su depresivo sentimiento de vacío. El “padre de las mentiras,” Satanás mismo, te esta seduciendo a fin de que te vueles con el rock. Él es el destructor, y quiere destruir tantas personas como le sea posible. Satanás es el atormentador. Él sabe exactamente cómo arruinar la vida de una persona: a través de la seducción de los “vuelos”, por ejemplo, un engaño que tal vez ya se haya apoderado de ti.
¿Hay Alguna Salida?
Tú aún quieres escapar de esa existencia sin sentido, de la monotonía. Y encontrarás ayuda tan pronto como dejes de creer esa mentira de que la solución está en volarse, y en cuanto comiences a desear escuchar la verdad. Busca al único que es la verdad: Jesucristo. Los vuelos no te llevarán a una vida mejor, y Jesús no te va a engañar con falsas promesas. Él comprende lo difícil que te resulta vivir en el mundo de tinieblas de hoy en día, donde todo parece carecer de sentido para ti. No obstante, Él tiene poder para sacarte de tu desesperación. Ésta fue la experiencia de Esteban, y así el la describió:
“… Los compañeros de trabajo me decían que me iba a derrumbar si continuaba viviendo de aquella forma. Tuvimos una tremenda discusión. Me dijeron que lo pensara una vez más… y que si quería continuar viviendo, tendría que ser honesto conmigo mismo. Yo debía reconocer que tenían razón, pues tenía un pie en la tumba y otro en la cárcel. Así pues, admití que había perjudicado a un compañero de trabajo. Al hacerlo, sentí que mi corazón se liberaba de un gran peso, y que la mayor cadena que me ataba a Satanás había sido rota…
“Cuando me senté de nuevo ante mi maquina, sentí un tremendo gozo interior como también el gran amor de DIOS hacia mí por medio de Jesucristo. Inundó todo mi cuerpo, y por primera vez en muchos años comencé a llorar pero esta vez de puro gozo. Nunca en mi vida había recibido amor verdadero, y de pronto había tanto amor derramándose dentro de mí. Aquel 2 de noviembre de 1987, di mi primer paso para salir de las tinieblas y entrar a la luz. ¡Una nueva vida comenzó en mi ser, aunque pensaba que ya era demasiado tarde para mí!…
“Una de las formas en que Satanás me sedujo fue mediante promesas de poder. Actualmente no tengo el poder que disfrutaba cuando pertenecía a Satanás, pero ahora soy mucho más fuerte, porque pertenezco a Cristo. Ahora el completar mi trabajo me resulta fácil, me alcanza el sueldo y hasta incluso puedo ahorrar dinero.
“Cuando perteneces a Jesús tienes paz y estás contento, porque has encontrado el propósito de la vida. Cuando perteneces a Jesús recibes amor, pero amor verdadero, no irreal como el engaño de Satanás. Te sientes feliz porque Jesús puede darte todo lo que necesitas en la vida. Tampoco te sientes solo, y si alguna vez viene esa sensación, simplemente clamo a Jesús y mi soledad se desvanece.
“Una cosa más: Satanás quiso matarme, pero Jesús me dio vida nueva. De otra forma ahora estaría unos metros bajo tierra. Yo les digo a todos que cualquiera que se involucra con Satanás termina siendo eliminado por el, ya que Satanás te necesita sólo hasta tenerte completamente bajo su poder, cuando ya no puedas escapar gamas de él. Eso es lo que sucedió conmigo y lo que acontecerá contigo también”.
Esteban descubrió que hay alguien que nunca lo defraudará, y ese alguien es Jesús, quien también te está llamando a ti, diciéndote:
“ven a mi. Yo soy la verdad.
Podrás comenzar una nueva vida
Conmigo, una vida llena de significado.
Eso te traerá felicidad y paz interior”.
Acepta esta invitación y te encontrarás con Aquel que te ama como nadie jamás podría hacerlo y que a cambio está esperando tu amor. Atrévete a entregarle completamente tu vida a Jesús. El no te engañara con las falsas ilusiones de los vuelos, sino que te dirigirá a la realidad de una vida plena con verdadero sentido. Renuncia a Satanás y sus engaños, y entonces la libertad y la felicidad serán tuyas.
Y… ¿Qué Me Dices Acerca de la Eternidad?
Así como Jesús es nuestro Redentor y Salvador, Él es el Señor de un reino que, aunque invisible todavía, un día será revelado a todos – un reino donde priman el gozo y la paz. Satanás también gobierna un reino – el reino del tormento y del horror. La vida no termina con la muerte, como a muchos les gusta pensar, sino que continúa en uno de estos dos reinos.
Es por ello que el estado en que morimos es decisivo. ¿Hemos vivido una vida de pecado, cediendo ante las tentaciones de Satanás cada vez que nos llegaron, persistiendo en nuestros pecados hasta el último minuto? ¿O le hemos permitido a Jesús que nos guíe a la verdad, para gozar de una relación de amor con Dios y la gente? Si es así, cuando muramos tendremos una puerta abierta al reino de Jesucristo, que es el reino celestial donde el gozo nunca termina, porque el hecho de vivir en la misma presencia de Dios trae una felicidad que nadie sobre la tierra puede imaginar.
Pero todos aquellos que vivieron para experimentar emociones fuertes, que prefirieron el engaño a la realidad, entregándose a Satanás una y otra vez por medio del odio, la rebelión y fechorías tales como el robo, la violencia y el asesinato, irán al reino de las tinieblas después de su muerte.
Satanás te quiere atraer con los vuelos, no sólo para que encuentres frustración tras frustración en esta vida, sino que quiere verte frustrado y miserable por toda la eternidad. Quiere que experimentes por ti mismo que realmente existe un reino de tormento, donde aquellos que han llevado una vida de pecado serán afligidos sin fin.
A algunas personas, incluso antes de morir, se les mostró la realidad del infierno. Una notable mujer, Teresa de Ávila, describió como ella de pronto se encontró inmersa precisamente, en el infierno, sin saber cómo.
Se dio cuenta que aquel era el lugar que los espíritus malignos habían preparado para ella.
El suelo estaba cubierto de apestosas aguas enlodadas, atestadas de repugnantes reptiles. En su alma ardía intensamente un fuego, al mismo tiempo que su cuerpo era atormentado por un dolor insoportable, provocándole una agonía mayor que la más severa de las enfermedades que hubiera padecido. No pudo encontrar palabras para describir el fuego interior, la desesperación, el dolor y la agonía. Todo lo que una persona puede sufrir aquí en la tierra parecía nada en comparación con lo que sintió en aquel aterrador lugar, y el hecho de saber que aquel tormento no iba a terminar jamás, lo hacía aún mas insoportable.
Bajo profunda convicción, se preguntó cómo pudo jamás haberse complacido con cosas que la llevaran a un lugar de tormento tan horrible.
Si el infierno es tan real, ¿no dejar de buscar los placeres del mundo y dejar de evadirnos, aunque sólo sea por mera compasión de nosotros mismos? ¡Tienes que tomar una decisión! O bien te pones a merced de los poderes del infierno, o vienes al lugar donde hay un gozo que jamás terminará.
El Siguiente Paso a Dar
Así que, acércate a Aquel que tiene poder sobre el cielo y la tierra, y también sobre el infierno. Él te ama de una forma personal y se preocupa tanto por ti que dio su vida para salvarte y llevarte al reino celestial, al reino de la luz, la gloria y la felicidad.
Dale a Jesús tu respuesta y clama a Él. Él te oirá. Tráele todos tus problemas y pídele que te perdone por todo lo malo que has hecho. Su sangre, que fue derramada por ti, cubrirá toda tu culpa y te liberará de todas tus ataduras. Él te dará la fuerza para cambiar tus caminos equivocados. Entonces serás feliz, porque habrás encontrado a aquel que dará significado y propósito a tu vida: Jesucristo, el amor eterno.
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Quizás ahora mismo quieres decir
Jesús:
Todavía no te conozco, pero si es verdad lo que aquí se ha dicho de ti, entonces ayúdame a conocerte.
Muéstrame que estas vivo, porque yo estoy dispuesto a entregarte toda mi vida.
Te confieso todos mis pecados que me son conocidos, especialmente los
momento en que intenté volarme con el rock, el alcohol, las drogas y otras cosas; las veces que me entregué desenfrenadamente a mis pasiones y deseos carnales, y por haber llegado a mezclarme con las fuerzas satánicas.
Ahora traigo ante ti cada uno de mis pecados…
En tu nombre y en el poder de tu sangre, que derramaste por mí, renuncio a Satanás y a todas las fuerzas demoniacas.
Señor Jesucristo, creo que Tú eres más poderoso que todas las fuerzas de Satanás, y que Tú, y nadie mas que Tú, puedes ayudarme y hacerme feliz.
Amén.M. Basilea Schlink